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domingo, 28 de agosto de 2016

La actitud de ganador



Dr. Renny Yagosesky Ph.D en Psicología, Conferencista y Escritor @DoctorRenny

En un entorno complejo signado por la crisis, se requiere una combinación de ingredientes que permitan generar salidas funcionales y sustentables para poder mantenerse. Esos ingredientes, son: actitud, aptitud, estrategia, recursos y acciones oportunas, coherentes y flexibles. De todos esos aspectos, quiero detenerme en la  actitud, por ser el combustible básico sin el cual los demás ingredientes no pueden activarse.

Hablar de actitud es hablar de motivación, disposición, deseo, ganas.  La actitud se refleja en la energía para actuar, en la iniciativa, para dar los primeros pasos y en la voluntad para mantenerse en pie a pesar de las adversidades. Cuando carecemos de ese empuje, de esa fuerza, de esa chispa no hay manera de saltar muros, de vencer retos, de rebasar al miedo ni de trascender la mediocridad. Lo primero es entonces, tener la actitud, la actitud de un ganador.

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Roberto Shinyashiki, estudioso del tema, ha dicho que es posible definir un perfil en los ganadores, un paquete de cualidades que los identifica y nos permite predecir quienes lograrán los mejores resultados y quienes se resignarán a conformarse con lo que la vida les mande. Estos rasgos que describo a continuación, conforman su perfil:

Determinación: Los ganadores son personas determinadas, decididas, que creen poder sortear exitosamente los obstáculos del camino. Muestran un ánimo resuelto y no es fácil desanimarlos. Por su parte, quienes portan mentalidad de perdedores, exhiben una tendencia mental pesimista, que se percibe apenas se entra en contacto con ellos.         

Autenticidad: Los ganadores muestran autenticidad. Tienden a expresar lo que les gusta y lo que no les gusta, y la gente sabe a qué atenerse con ellos. Evitan las complicaciones derivadas de la hipocresía o la mentira. Con frecuencia se les acusa de ser “demasiados sinceros”.

Entusiasmo: Los ganadores son tremendamente entusiastas. Se muestran como personas dinámicas, activas y dispuestas a la acción de logro. Su ritmo es vigoroso y contagioso. Los perdedores suelen ser agrios  y aflictivos, lo que reduce notablemente sus horas de bienestar personal.       

Ambición: Los ganadores piensan en grande, tienen ambición y no se conforman con poco ni con lo pequeño. Buscan llegar a lo más alto de la montaña y vivir “en primera clase”,  en vez de resignarse y esperar a que otro  le dibuje sus límites. El perdedor prefiere vivir “al son que le toquen”, no como voz, sino como eco.

Eficacia: El ganador va tras los resultados, ama concretar y ser eficaz. Huye de las coartadas y las distracciones. El perdedor, por el contrario, desea pero no hace, anhela pero no se mueve de donde está su meta. Vive atrapado en un mar de de justificaciones, excusas y culpables sobre quienes proyecta sus resultados mediocres. Uno sueña, el otro hace. El perdedor cree que “querer es poder”. El vencedor sabe que “hacer es poder”.

Aprendizaje: El vencedor reconoce errores y aprende de ellos, pues intenta perfeccionarse constantemente. Sabe que siempre hay algo más que puede aprender para superarse. Para el perdedor otros son la causa de sus fracasos. Es una víctima militante sin control de su existencia.

Relaciones: Otra característica de los ganadores es su habilidad para relacionarse con las personas. Saben que todo se logra a través de las personas y su presencia es motivante para quienes les rodean. Los perdedores son dados a la discordia  a causa de sus actitudes  vinculares limitadoras, como: celos, envidias, imposición y conflictividad. El ganador disfruta en presencia de otros, el perdedor se siente amenazado. Su desvalorización lo hace aislarse o mostrarse agresivo y pocas veces cooperativo. Incluso cuando ayuda, lo hace de manera desbordada y para sentirse querido.   

Vocación: El vencedor sigue su vocación; hace lo que le gusta  y va tras de aquello que le hace sentir realizado. El perdedor vive alejado de sí mismo, trabajando por dinero y bajo estrés. No sabe con claridad lo que le gusta y si lo sabe no persigue su ideal. Se queja, se lamenta por lo que no ha podido ser.

Ética: El vencedor tiende un código ético que se esfuerza en respetar, mientras que el perdedor no sigue reglas, es anárquico y desadaptado, se ríe de los ideales y por eso jamás se siente realizado, a causa de su declarado pragmatismo.  

Iniciativa: Los ganadores son personas de muy alta iniciativa. Crean realidades en vez de sentarse a esperar por la llegada de la buena suerte. Saben que su esfuerzo es la semilla del éxito y se dedican a sembrarla con afán indetenible. Confían en que la diferencia la marca su conducta y el tipo de decisiones que se toma. Creen más en ellos que en la buena suerte.

No tengo duda alguna de que reflexionando acerca de estar premisas y siguiéndolas como pauta o mapa de trabajo diario, es posible desarrollar una mentalidad exitosa una actitud de ganador que no tardará en generar los resultados que deseamos, a pesar de los pesares. Gracias por leerme.


domingo, 21 de agosto de 2016


Trece consejos de un experto en Educación Financiera


Como  bien sabes Robert Kiyosaki es considerado uno de los grandes expertos en materia de educación financiera, ha sido un gran  impulsador de estos temas, además de ser un gran empresario e inversionista sin contar con que es un millonario y escritor de varios  bestsellers.

Hoy cuenta con gran reconocimiento a nivel mundial aunque cuando empezó a escribir sus ideas, las cuales eran un poco diferentes al  pensamiento tradicional de la mayoría de la población tuvo muchas críticas y opositores, hoy la situación financiera actual le ha dado  razón en muchos aspectos, pero veamos aquí cuáles son sus consejos más importantes en cuanto a tener éxito con el manejo del  dinero, reseñados en tipsfinancieros.com:

1. Una de las grandes fallas del sistema educativo es no proveer educación financiera a los estudiantes.

2. La falta de educación financiera ocasiona que la gente haga tonterías o se deje guiar por incompetentes.

3. En la actualidad muchos expertos financieros continúan recomendando: “Trabaja duro, ahorra dinero, salda deudas, gasta lo menos posible y diversifícate.” El problema de estos consejos es que son malos consejos, sencillamente porque son obsoletos.

4. Sin educación financiera no se puede procesar la información para convertirla en un conocimiento útil y sin conocimiento financiero la gente sufre en el aspecto económico.

5. Para mí fue muy importante aprender, cuando era aún muy niño, que todos tenemos problemas de dinero sin importar cuan pobres o ricos somos. Mucha gente piensa que si lograra tener mucho dinero sus problemas económicos se acabarían. No saben que tener muchísimo dinero ocasiona problemas económicos aún mayores.

6. La educación tampoco resuelve los problemas de dinero. El mundo está repleto de eruditos pobres; a ellos les llamamos socialistas.

7. La inteligencia financiera (educación financiera) resuelve los problemas de dinero. En términos simples, la inteligencia financiera es aquella parte de nuestra inteligencia global que utilizamos para resolver problemas financieros.

8. ¿Por qué los ricos se vuelven más ricos?, Puede parecer injusto que las reglas del dinero hayan cambiado, que te hagan más pobre y que estén fuera de tu control, pero así es. No obstante, la clave para volverse rico es reconocer que el sistema es injusto, aprender las reglas y utilizarlas a tu favor. Para lograrlo se requiere inteligencia financiera, educación financiera…

9. Los ricos continúan enriqueciéndose porque aprenden a resolver problemas financieros, los ven como oportunidades para aprender, para crecer, tornarse más inteligentes y hacerse más ricos. Los ricos saben que entre más aguda sea su inteligencia financiera los problemas que resolverán serán mayores; por eso pueden producir más dinero.

10. Mucha gente espera que el gobierno solucione sus problemas financieros, pero si el gobierno no puede resolver sus propios problemas económicos, ¿podrá resolver los de otros? La buena noticia es que si tú solucionas tus dificultades te enriquecerás y te harás más astuto.

11. La lección que debemos recordar sobre este capítulo radica en que, ricos o pobres, todos tenemos problemas de dinero, pero la única forma de volverte rico es incrementando tu inteligencia financiera y así resolver de manera activa los problemas económicos.

12. Se requiere de un alto nivel de inteligencia financiera para que, sin importar cuánto dinero ganes, logres vivir bien e invertir.

13. Todos somos diferentes, tenemos intereses y gustos distintos. También tenemos diferentes cualidades y debilidades, dones y talentos. Menciono lo anterior porque no creo que la inteligencia financiera sea la más importante o la única. Sólo pienso que todos la necesitamos porque vivimos en un mundo de dinero o, para ser más precisos, de moneda corriente. Como mi padre rico decía: “Pobres o ricos, torpes o inteligentes, todos usamos dinero.”