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REVISTA
La actitud de ganador
En un entorno
complejo signado por la crisis, se requiere una combinación de
ingredientes que permitan generar salidas funcionales y sustentables
para poder mantenerse. Esos ingredientes, son: actitud, aptitud,
estrategia, recursos y acciones oportunas, coherentes y flexibles. De
todos esos aspectos, quiero detenerme en la actitud, por ser el
combustible básico sin el cual los demás ingredientes no pueden
activarse.
Hablar de actitud es hablar de
motivación, disposición, deseo, ganas. La actitud se refleja en la
energía para actuar, en la iniciativa, para dar los primeros pasos y en
la voluntad para mantenerse en pie a pesar de las adversidades. Cuando
carecemos de ese empuje, de esa fuerza, de esa chispa no hay manera de
saltar muros, de vencer retos, de rebasar al miedo ni de trascender la
mediocridad. Lo primero es entonces, tener la actitud, la actitud de un
ganador.
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Roberto Shinyashiki, estudioso del tema,
ha dicho que es posible definir un perfil en los ganadores, un paquete
de cualidades que los identifica y nos permite predecir quienes lograrán
los mejores resultados y quienes se resignarán a conformarse con lo que
la vida les mande. Estos rasgos que describo a continuación, conforman
su perfil:
Determinación: Los
ganadores son personas determinadas, decididas, que creen poder sortear
exitosamente los obstáculos del camino. Muestran un ánimo resuelto y no
es fácil desanimarlos. Por su parte, quienes portan mentalidad de
perdedores, exhiben una tendencia mental pesimista, que se percibe
apenas se entra en contacto con ellos.
Autenticidad: Los
ganadores muestran autenticidad. Tienden a expresar lo que les gusta y
lo que no les gusta, y la gente sabe a qué atenerse con ellos. Evitan
las complicaciones derivadas de la hipocresía o la mentira. Con
frecuencia se les acusa de ser “demasiados sinceros”.
Entusiasmo: Los
ganadores son tremendamente entusiastas. Se muestran como personas
dinámicas, activas y dispuestas a la acción de logro. Su ritmo es
vigoroso y contagioso. Los perdedores suelen ser agrios y aflictivos,
lo que reduce notablemente sus horas de bienestar personal.
Ambición: Los ganadores
piensan en grande, tienen ambición y no se conforman con poco ni con lo
pequeño. Buscan llegar a lo más alto de la montaña y vivir “en primera
clase”, en vez de resignarse y esperar a que otro le dibuje sus
límites. El perdedor prefiere vivir “al son que le toquen”, no como voz,
sino como eco.
Eficacia: El ganador va
tras los resultados, ama concretar y ser eficaz. Huye de las coartadas y
las distracciones. El perdedor, por el contrario, desea pero no hace,
anhela pero no se mueve de donde está su meta. Vive atrapado en un mar
de de justificaciones, excusas y culpables sobre quienes proyecta sus
resultados mediocres. Uno sueña, el otro hace. El perdedor cree que
“querer es poder”. El vencedor sabe que “hacer es poder”.
Aprendizaje: El
vencedor reconoce errores y aprende de ellos, pues intenta
perfeccionarse constantemente. Sabe que siempre hay algo más que puede
aprender para superarse. Para el perdedor otros son la causa de sus
fracasos. Es una víctima militante sin control de su existencia.
Relaciones: Otra
característica de los ganadores es su habilidad para relacionarse con
las personas. Saben que todo se logra a través de las personas y su
presencia es motivante para quienes les rodean. Los perdedores son dados
a la discordia a causa de sus actitudes vinculares limitadoras, como:
celos, envidias, imposición y conflictividad. El ganador disfruta en
presencia de otros, el perdedor se siente amenazado. Su desvalorización
lo hace aislarse o mostrarse agresivo y pocas veces cooperativo. Incluso
cuando ayuda, lo hace de manera desbordada y para sentirse querido.
Vocación: El vencedor
sigue su vocación; hace lo que le gusta y va tras de aquello que le
hace sentir realizado. El perdedor vive alejado de sí mismo, trabajando
por dinero y bajo estrés. No sabe con claridad lo que le gusta y si lo
sabe no persigue su ideal. Se queja, se lamenta por lo que no ha podido
ser.
Ética: El vencedor
tiende un código ético que se esfuerza en respetar, mientras que el
perdedor no sigue reglas, es anárquico y desadaptado, se ríe de los
ideales y por eso jamás se siente realizado, a causa de su declarado
pragmatismo.
Iniciativa: Los
ganadores son personas de muy alta iniciativa. Crean realidades en vez
de sentarse a esperar por la llegada de la buena suerte. Saben que su
esfuerzo es la semilla del éxito y se dedican a sembrarla con afán
indetenible. Confían en que la diferencia la marca su conducta y el tipo
de decisiones que se toma. Creen más en ellos que en la buena suerte.
No tengo duda alguna de que
reflexionando acerca de estar premisas y siguiéndolas como pauta o mapa
de trabajo diario, es posible desarrollar una mentalidad exitosa una
actitud de ganador que no tardará en generar los resultados que
deseamos, a pesar de los pesares. Gracias por leerme.
Trece consejos de un experto en Educación Financiera
Como bien
sabes Robert Kiyosaki es considerado uno de los grandes expertos en
materia de educación financiera, ha sido un gran impulsador de estos
temas, además de ser un gran empresario e inversionista sin contar con
que es un millonario y escritor de varios bestsellers.
Hoy cuenta con gran reconocimiento a
nivel mundial aunque cuando empezó a escribir sus ideas, las cuales eran
un poco diferentes al pensamiento tradicional de la mayoría de la
población tuvo muchas críticas y opositores, hoy la situación financiera
actual le ha dado razón en muchos aspectos, pero veamos aquí cuáles
son sus consejos más importantes en cuanto a tener éxito con el manejo
del dinero, reseñados en tipsfinancieros.com:
1. Una de las grandes fallas del sistema educativo es no proveer educación financiera a los estudiantes.
2. La falta de educación financiera ocasiona que la gente haga tonterías o se deje guiar por incompetentes.
3. En la actualidad muchos expertos
financieros continúan recomendando: “Trabaja duro, ahorra dinero, salda
deudas, gasta lo menos posible y diversifícate.” El problema de estos
consejos es que son malos consejos, sencillamente porque son obsoletos.
4. Sin educación financiera no se puede
procesar la información para convertirla en un conocimiento útil y sin
conocimiento financiero la gente sufre en el aspecto económico.
5. Para mí fue muy importante aprender,
cuando era aún muy niño, que todos tenemos problemas de dinero sin
importar cuan pobres o ricos somos. Mucha gente piensa que si lograra
tener mucho dinero sus problemas económicos se acabarían. No saben que
tener muchísimo dinero ocasiona problemas económicos aún mayores.
6. La educación tampoco resuelve los
problemas de dinero. El mundo está repleto de eruditos pobres; a ellos
les llamamos socialistas.
7. La inteligencia financiera (educación
financiera) resuelve los problemas de dinero. En términos simples, la
inteligencia financiera es aquella parte de nuestra inteligencia global
que utilizamos para resolver problemas financieros.
8. ¿Por qué los ricos se vuelven más
ricos?, Puede parecer injusto que las reglas del dinero hayan cambiado,
que te hagan más pobre y que estén fuera de tu control, pero así es. No
obstante, la clave para volverse rico es reconocer que el sistema es
injusto, aprender las reglas y utilizarlas a tu favor. Para lograrlo se
requiere inteligencia financiera, educación financiera…
9. Los ricos continúan enriqueciéndose
porque aprenden a resolver problemas financieros, los ven como
oportunidades para aprender, para crecer, tornarse más inteligentes y
hacerse más ricos. Los ricos saben que entre más aguda sea su
inteligencia financiera los problemas que resolverán serán mayores; por
eso pueden producir más dinero.
10. Mucha gente espera que el gobierno
solucione sus problemas financieros, pero si el gobierno no puede
resolver sus propios problemas económicos, ¿podrá resolver los de otros?
La buena noticia es que si tú solucionas tus dificultades te
enriquecerás y te harás más astuto.
11. La lección que debemos recordar
sobre este capítulo radica en que, ricos o pobres, todos tenemos
problemas de dinero, pero la única forma de volverte rico es
incrementando tu inteligencia financiera y así resolver de manera activa
los problemas económicos.
12. Se requiere de un alto nivel de
inteligencia financiera para que, sin importar cuánto dinero ganes,
logres vivir bien e invertir.
13. Todos somos diferentes, tenemos
intereses y gustos distintos. También tenemos diferentes cualidades y
debilidades, dones y talentos. Menciono lo anterior porque no creo que
la inteligencia financiera sea la más importante o la única. Sólo pienso
que todos la necesitamos porque vivimos en un mundo de dinero o, para
ser más precisos, de moneda corriente. Como mi padre rico decía: “Pobres
o ricos, torpes o inteligentes, todos usamos dinero.”