REVISTA
El reto de las empresas ante el desafío del mundo digital
La clave para
sobrevivir en la era digital es renovarse y adaptarse al nuevo modelo de
negocio. Gracias a Internet, a la tecnología móvil y al Internet de las
cosas, la interconexión entre las personas, empresas y lugares está
creciendo a ritmos imprevisibles.
Esta transformación digital ha hecho que
aparezcan fenómenos como el big data, las redes sociales o el internet
de las cosas. Estos factores están influyendo de manera positiva en la
revolución digital. Según un estudio publicado por The Boston Consulting
Group, las empresas que usan Big Data incrementan un 12% más sus
ingresos con respecto de las empresas que no lo utilizan.
¿Qué sucede con el modelo de negocio empresarial?
La aceleración del cambio tecnológico
afecta a todos los sectores, es por ello que las empresas deben
reformular un nuevo entorno empresarial, es decir, un nuevo modelo de
negocio. Este nueva estrategia a seguir se debe adaptar al nuevo
cliente, que está cada vez más conectado a Internet y por lo tanto tiene
un mayor acceso a la información. Hoy en día ya podemos comprobar como
carpinteros, albañiles, peluqueros,entre otros, ofrecen sus servicios
por Internet, como personas desempleadas crean un vídeo de su currículum
y lo publican en los portales de empleo o como las empresas responden a
las consultas o reclamaciones por redes sociales.
¿De qué manera influye esto a las empresas?
Si los usuarios reciben cada día más
información, las empresas tendrán que luchar por ser la mejor empresa.
Sin embargo, con eso no será suficiente y las empresas deberán también
ofrecer una mayor atención al cliente que ayude a potenciar y favorecer
la relación con el mismo. Así pues, este nuevo entorno exige una mayor
participación e innovación continua por parte de la empresa para
convertir sus servicios en experiencias únicas.
Esta era de la digitalización abre
puertas para conocer mejor a los clientes, saber cómo vive la gente y
qué necesita, permite innovar en nuevos productos y servicios, en nuevas
formas de comunicación y bases de datos para gestionar toda la
información tanto de los clientes como de las empresas competidoras.
Además, con estas mejores las empresas
pueden expandir la presencia de su marca en la red, incrementar la
relación con los clientes y así darse a conocer más rápidamente. Los
usuarios están cada vez más conectados a Internet y por lo tanto, sería
la vía más efectiva para llamar la atención de los mismos.
En definitivas, en esta nueva era, no
sobrevivirán las empresas más grandes sino aquellas que se adapten a
este nuevo escenario digital y que por lo tanto, podrán incrementar sus
beneficios.
El Poder de la Oratoria, por Renny Yagosesky
Uno de los
dones más trascendentes que tenemos los seres humanos es nuestra
capacidad para hablar. Hemos sido dotados del poder de la palabra y con
ella influimos en otros para lograr objetivos de beneficio común o para
alcanzar metas personales. Sin embargo son pocos quienes logran
comprender el alcance, los beneficios de desarrollar lo que podríamos
denominar “El poder de la Oratoria”. No es por casualidad que tantos
importantes líderes que ha conocido la humanidad tenían entre sus
mejores atributos una oratoria destacada.
En términos básicos, se entiende por
Oratoria, el conjunto de habilidades y actitudes que le permiten a una
persona expresarse de manera elocuente y persuasiva, especialmente
frente a grupos. Cualquier estudiante, vendedor, líder o docente,
requiere potenciar estas capacidades si desea tener éxito. Y es que el
dominio de la oratoria trae numerosos beneficios: nos permite vender
mejor nuestras ideas, mejorar las relaciones y ganar el respeto y la
cooperación de los demás.
Un buen orador debe saber manejar su voz
y poder expresarse con claridad, sencillez, concisión, coherencia,
fluidez, naturalidad, belleza e impacto. Hablar con claridad, significa
tener las ideas claras antes de expresarlas. La sencillez se refiere al
uso de un lenguaje comprensible para todos. La concisión tiene que ver
con decir lo esencial, con pocas y precisas palabras. La coherencia se
relaciona con mantener el hilo temático y no desviarse del tema
principal.
En cuanto a la fluidez, quiere decir
presentar las ideas de manera corrida, sin pausas largas o muletillas,
que revelen inseguridad o escaso vocabulario. La naturalidad se
relaciona con desplegar una expresión espontánea sin artificios,
afectaciones, fingimientos o poses. La belleza o elegancia expresiva, se
propone dotar la expresión de condimentos, de agregados como
entonaciones, metáforas o adjetivos, que le den un cierto atractivo al
discurso y produzcan en el oyente el deseo de escuchar más. Y el
impacto, se refiere a lograr dejar huella en el público, destacar al
punto de poder ser recordado luego de finalizar la exposición, ya sea
por el tema, la imagen, los conocimientos, el vocabulario, el sentido
del humor, la cultura, la versatilidad o la simpatía.
El talento, el conocimiento y la
experiencia, son tres comodines muy valiosos en el arte de hablar en
público. Aunque existen también aspectos psicológicos que deben
considerarse: el buen orador debe querer serlo, confiar en sí mismo,
saber usar la voz, disponer de un amplio vocabulario y saber
relacionarse con el público.
A manera de resumen, diremos que hablar
en público es un don de pocos, no porque no sea un potencial extendido,
sino porque pocos se dedican a desarrollar esas potencialidades y tienen
la paciencia para ver la semilla del esfuerzo germinar en el momento en
que así corresponda.
Si desea aprender a expresarse
adecuadamente en público, le recomiendo leer mi libro “El Poder de la
Oratoria” en su nueva edición.
El Dr. Renny Yagosesky es Ph.D en Psicología, Conferencista y Escritor
Twitter e Instagram: @doctorrenny
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