En el aniversario del lanzamiento de esta tira cómica, celebrado esta semana, recopilamos algunas de sus lecciones más valiosas.
Historietas y personajes abundan, pero
pocos han logrado colarse en la memoria colectiva como lo ha hecho
Mafalda. Y es que este entrañable personaje, creado hace 51 años por el
dibujante argentino Quino, tiene mucho que enseñarnos sobre los
negocios, las amistades, la familia… y, en general, la vida.
En el aniversario del lanzamiento de
esta tira cómica recopilamos algunas de las lecciones más valiosas que
nos han dejado Mafalda y sus amigos.
“Resulta que si uno no se apura a cambiar el mundo, después es el mundo el que lo cambia a uno”
Ir contra la corriente o dejarnos llevar
por ella: en esta disyuntiva pueden resumirse las decisiones que
tomamos a lo largo de nuestra vida. El emprendimiento, por supuesto, no
es una excepción: iniciar un negocio implica dejar atrás la comodidad de
un trabajo fijo y aventurarnos a no cumplir más que nuestras propias
expectativas. Y sí, en el fondo, todo emprendimiento parte de una
inconformidad con lo establecido y de un deseo profundo por cambiar el
mundo.
“¿Pensaron alguna vez que si no fuera por todos nadie sería nada?”
Una y otra vez, Mafalda nos enseña el
valor del trabajo en equipo. Y no sólo se refiere a nuestros socios,
compañeros, clientes, empleados o proveedores, sino también a todas
aquellas personas que estuvieron antes que nosotros, que innovaron en
nuestro campo y sentaron las bases de nuestro negocio. Un proyecto
exitoso nunca es resultado de las acciones de una sola persona; es
resultado del buen trabajo en equipo. La sabiduría implica en
reconocerlo.
“Como siempre: lo urgente no deja tiempo para lo importante”
Como emprendedores, personas eternamente
ocupadas por definición, es fácil perdernos en las tareas del día a día
y posponer las acciones verdaderamente relevantes. Es fundamental que
aprendas a priorizar para que tus proyectos no se vean desplazados por
pendientes más pequeños y “urgentes”. Si quieres encontrar un método
práctico y bastante útil, te sugerimos que leas el libro esencialismo,
de Greg McKeown, editado por Aguilar.
“Apenas uno pone los pies en la tierra, se acaba la diversión”
Es cierto, los negocios se sostienen en
última instancia por el dinero. Pero, ¿qué permite que prosperen y se
mantengan a flote con el paso de los años? La pasión que sus líderes y
trabajadores inyecten al trabajo, y que al final del día, hará la
diferencia. Antes de pensar en números y ganancias, piensa en dedicarte a
algo que te inspire y te divierta. Despegar los pies un poquito de la
tierra no te hará nada mal; de hecho podría ayudarte a echar a andar tu
imaginación y encontrar nuevas formas de emprender.
“¿Y si en vez de planear tanto voláramos un poco más alto?”
¿Te has preguntado qué pasaría si no nos
dejáramos dominar por nuestros miedos y nos aventuráramos a hacer
realidad nuestras ideas? Quizá fracasaríamos una, dos o tres veces (o
quizá más), pero aprenderíamos lecciones valiosas para perfeccionar
nuestras ideas y tarde o temprano alcanzaríamos la cima. Ir “a la
segura” puede resultar cómodo y traernos algunos beneficios, pero no nos
permitirá llegar tan alto como hemos imaginado.
“Comienza tu día con una sonrisa y verás lo divertido que es ir por ahí desentonando con todo el mundo”
Quizá pienses que eso de que “la actitud
lo cambia todo” es un concepto new age que en nada ayudará a tu
negocio. De ser así, estás muy equivocado: en un negocio todo se basa en
las relaciones personales, y si no aprendes a ser amable, cordial y
generoso con los demás, lo más probable es que alejes a todo el mundo…
incluyendo a aquellas personas que podrían resultar beneficiosas para tu
empresa.
“¿No será acaso que esta vida moderna está teniendo más de moderna que de vida?”
¿Tu vida es tu trabajo? ¿Dedicas las 24
horas del día a tu negocio y crees que tu vida personal debe estar en
segundo plano? Quizá sea momento de cambiar de paradigma. Es admirable
que disfrutes tanto tu empleo que lo consideres parte de tu vida, pero
no confundas eso con destinar tiempo para estar contigo mismo, practicar
ejercicio y hobbies, salir con amigos, alimentar una relación de
pareja… Olvídate del estigma del “emprendedor exitoso” que no hace más
que trabajar y aprende a valorar otros aspectos de tu vida.
Mafalda sí que sabe de la vida.
Soyentrepreneur
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