Ser competitivo hoy en día no es una opción, es una obligación.
Las empresas que no son altamente competitivas terminan quebrando o quedándose en un segundo plano. La diferencia entre no ser competitivo o serlo puede ser la diferencia entre que mueran un millón de personas en un futuro próximo o que no mueran.
Ser competitivo considero que es algo esencial para el buen desarrollo de una persona y para demostrarlo vamos a analizar y enseñar a ser competitivo y a entender no solo porque hay que ser competitivo, sino cómo ser competitivo.
Por supuesto también mataremos mitos como: “soy como soy”, “fíjate solo en ti mismo” y demás frases que suele inventarse la gente que teme la competitividad.
Inconvenientes de ser competitivo
Ser competitivo puede generar mucho estrés e incluso depresión. Lo bueno aquí es que esto solo ocurre cuando alguien encuadra mal el concepto de “competitividad” dentro de su cabeza (esto lo veremos más abajo). La verdad pura y dura es que ser competitivo, si se hace bien, no tienen ningún inconveniente y si tiene alguno es porque se hace mal. Por ejemplo, alguien inmoral y que cree que el fin justifica los medios no tendrá una competitividad sana y eso no es que sea un inconveniente, es que esa persona enfoca muy mal el término competitivo.
Es decir, si enfocamos bien el término competitivo y lo hacemos bien no tiene porque tener ningún aspecto negativo.
Ventajas de ser competitivo
Te puede salvar la vida. Es un resumen de algo grandioso que te puede dar el ser competitivo. Quiero que imagines por un momento dos personas terminales de cáncer. Imagínatelas. Ahora dale a una la habilidad de: ser tremendamente competitivo. Esa persona luchará y se esforzará un montón para recuperar su salud, tanto física como mentalmente. Empezará a leer filosofía, psicología y todo orientado para ser positivo, sanarse…
El conjunto de cosas que esa persona haga, por muy poco o mucho que sea, influirán positivamente en su salud y por supuesto puede contribuir a que esa persona no solo viva más tiempo, sino que incluso se salve.
Por supuesto no hace falta llegar a níveles tan extremos, ser competitivo te reportará mayores ingresos, más conocimiento, más inteligencia y en definitiva: te hará mejor persona. Te hará mejor persona que tu yo paralelo que no es competitivo. Mientras tu trabajas y te motivas en mejorar positivamente para superarte a ti mismo y a la competencia hay otras personas que no, que se quedan como están. Esta es la única razón porque las grandes empresas son grandes empresas y las pequeñas empresas son pequeñas empresas.
Principales temores a ser competitivo
Mucha veces cuando la gente me ve muy competitivo me ven como una amenaza, y muchos de ellos aseguran que mi actitud es totalmente negativa, cuando yo sé, que mi actitud hace que yo siga vivo y que llegue cada vez más lejos. La gente que me lo dice es gente que jamás arriesga, que siempre hacen las mismas cosas y todos ellos tienen algo en común: “tienen auténtico pánico a ser competitivos“. Y todos tienen los mismos miedos:
Miedo al fracaso
Los no competitivos tienen un miedo terrible al fracaso, bien sabemos que nuestro caracter se forma a partir de las experiencias y seguramente, en una etapa de su niñez, los no competitivos recibieron un fuerte golpe emocional al fracasar en algo y cuando ocurrió ni ellos mismos supieron cómo enfocar ese fracaso positivamente ni nadie les supo hacer ver lo positivo del fracaso.
Estoy seguro que si cada vez que fracasásemos tuvieramos alguien al lado recordándonos lo positivo de fracasar, de cuanto nos acerca al éxito, en este mundo no quedaría ningún anti-competitivo.
Hay gente que por suerte sabe reencuadrar el fracaso y ver todo lo positivo del mismo, pero la mayoría de la gente ve el fracaso como algo espantoso que debe evitarse a toda costa, cuando para nada es así.
Jamás encontrarás a alguien famoso, exitoso, rico… que ha llegado hasta dónde está sin fracasar (mínimo, antes han tenido 100 fracasos o incluso mil). Ten en cuenta que el fracaso es un proceso natural hacia el éxito y sin fracaso no hay éxito.
Para hacer zumo de naranja necesitamos naranjas y muchos anti-competitivos pretenden llegar al éxito sin naranjas.
No te gusta que te comparen con otros
En los anti-competitivos su principal arma es :”fíjate en ti mismo”, “las comparaciones son odiosas”. A mi, como a tantos otros nos da igual que nos comparen con otros, pero a los anti-competitivos no. Esto es porque en alguna etapa de su vida fueron comparados con otra persona y salieron perdiendo, y con ello, sufrieron un enorme golpe moral, algo que les hizo generalizar la idea de: “no quiero que me comparen nunca más“.
Si la gente supiera ver los hechos reales de las cosas y cada situación jamás ocurriría esto. Por ejemplo, un padre puede tener preferencias hacia un hijo y el otro hijo puede sentirse despreciado e infravalorado, algo que hará que odie que le comparen porque inconscientemente le recordará como su padre siempre prefirió a otro.
Es normal que los padres puedan tener predisposición hacia otro hermano y es normal sentir rabia, impotencia y celos. Pero lo negativo aquí es cuando tú crees que por ese hecho eres peor persona que tu hermano, que vales menos y no quieres que te comparen más con nadie porque temes perder.
Una persona no tiene la verdad absoluta del mundo y que tu hermano sea el favorito de tu padre no significa que sea el mejor del mundo, tú puedes ser el favorito de 100.000 otras personas mientras que tu hermano les caerá mal. Es hipócrita pensar que porque es tu padre su opinión cuenta más, como si fuera un Dios con leyes irrefutables. Para empezar, alguien que elije antes a un hijo que a otro no es alguien al cual sus ideas se les deba prestar respeto alguno.
En definitiva, para superar este miedo sabremos bien cómo hacerlo en el siguiente paso:
Cómo ser competitivo
Aquí veremos una serie de puntos esenciales para saber cómo ser competitivo e implementar la sana competitividad en nuestras vidas, y, con ello una calidad de vida muy superior
Reencuadrar el concepto sobre que significa ser el mejor
Cuando la gente oye que alguien es el mejor, rápidamente en su mente se encargan de situar la imagen de esa persona por encima de la suya, algo que es totalmente falso. El mejor tenista o futbolista no es mejor que tú, simplemente sabe más que tú de lo suyo, porque se lo ha trabajado más que tú.
No todos nacemos iguales, tenemos las mismas oportunidades y/o habilidades. Cada persona es como es, con sus habilidades y sus defectos, no existe un “mejor global” como pretende encasillar la gente, pero si que existe un “mejor en…” . La gente está obsesionada en encontrar personas o “seres de ficción” tipo dios que califican de “supermos” y les ponen la etiqueta de “MEJOR QUE YO”. Y no, nadie es mejor que tú, puede ser mejor en tenis, en baloncesto en… Pero no es MEJOR en general, nadie es mejor que tú en todo, tú siempre ganarás a otra persona en algún ámbito y que esa persona sea mejor que tú en un ámbito que ahora mismo está muy valorado (como por ejemplo el fútbol) no significa que tú seas peor que él.
Imagínate que llegáis a nacer los dos dentro de 500 años y en esa época se estira más la competición profesional de tirar palillos con los dientes, dónde tú ahí eres un crack. ¿Entonces quién será mejor? Ninguno de los dos. Tú serás mejor tirador de palillos y el mejor futbolista, haber nacido en una época con la suerte de que esa habilidad está muy preciada no da ningún derecho a etiquetar a NADIE como superior a ti.
Nadie es mejor que tú, siplemente es mejor en determinadas cosas al igual que tú eres mejor en otras tantas.
Saber quién eres realmente
Tú debes ser consciente de que eres igual que otra persona, seas inválido, tengas cáncer o hayas nacido como hayas nacido. Todos somos humanos, la misma especie y todos tenemos el mismo destino: la muerte, independientemente de cómo hayamos nacido.
Por lo tanto nadie es mejor ni peor que tú, simplemente es “diferente” y diferente no significa ni mejor ni peor. Ser diferente gustará a “x” personas y ser diferente de otro modo gustará a otras tantas personas. Es el conjunto de ti mismo lo que verdaderamente importa y tú yo conjunto debe relacionarse con las personas que te sepan apreciar.
Un ejemplo que puedo daros es que yo puedo ser calificado de basura humana y desperdicio. Toda mi infancia ha sido difícil, nadie jamás ha confiado en mí ni ha dado un duro de que pudiera triunfar. Dónde me han dado la espalda por ser enfermo y considerarme un muerto andante por presuponer, junto a los médicos, que a los 15 años estaría muerto.
Es muy duro tener el destino de “inservible” marcado en tu frente. De tonto y alelado marcado por todos tus profesores y maestros que aseguraron que jamás llegarías a nada. Eso es lo que ha marcado siempre mi vida, dónde nadie daba un duro por mí ni ningún conocido mío sigue dándolo. Pero eso no duele, nada, porque yo se realmente quién he sido y quien soy. Por mucha enfermedad que tenga, por muy despistado que pueda parecer, se que nadie, por médico, rico, alto y buena salud que tenga, su opinión no es mejor que la mía ni él será jamás mejor que yo.
Yo puedo morir más pronto o tarde, pero eso no me convierte en inferior a nadie. Sabiendo todo esto fui yo el que siempre confío en mi mismo, soy yo el que me he sacado adelante demostrándome a mi mismo que la única opinión que siempre ha importado ha sido la mía misma y que es la única que cuenta porque SOLAMENTE YO se como soy verdaderamente y de lo que soy capaz.
Tú sabes quién eres realmente, la gente te puede etiquetar, pero solo será una etiqueta de las millones de etiquetas que hay y ninguna etiqueta impuesta cuenta más que otra, tanto si te la pone el presidente, tu estrella de televisión favorita, tus padres o conocidos.
Tú eres el único que puede etiquetarse y que esa etiqueta cobre una verdadera relevancia. Hemos hablado mucho más sobre esto en: Tu opinión es la única que importa.
Motivos de peso para mejorar
Tienes que tener motivos de peso para mejorar constantemente, en realidad da igual cuales sean. Todos estaréis de acuerdo que una motivación de venganza no es la mejor motivación, pero es una motivación igual de servible y mientras uno tenga la humildad y moralidad por delante poco importa de dónde y cómo saque la motivación.
Todos tenemos nuestros puntos flojos y fuertes. La gracia está en saber aprovecharlos todos. Y quizás siempre no vamos a poder sacar motivaciones tan admiradas como: “quiero ayudar al mundo” o “quiero terminar con el hambre del mundo” , hay veces en que las motivaciones no pueden ser las mejores y quizás tienen algo de oscuro, pero poco importa pues cuando lleguemos a nuestro objetivo nos olvidaremos de todo lo negativo que nos impulsó a conseguirlo.
Lo esencial es la motivación, tienes que tener una motivación muy fuerte para ser competitivo, sino, no lo serás jamás. A mi me motivan muchas cosas como he dicho anteriormente, una de ellas, también, es el ver dentro de un año VS mucho más maduro y serio de lo que es ahora.
Una forma de motivarte muy buena es visualizándote a ti mismo en un futuro, una imagen de éxito que solo ha podido ser forjada gracias a la motivación. De hecho, para este cometido hize la hipnosis: Fuerza de voluntad imparable.
Lo principal para ser competitivo es que te sientas motivado a serlo por un fin mayor. La competitividad te debe provocar buenas sensaciones, jamás malas.
A tener en cuenta en la competitividad
No solo hay que ser competitivo sino que a la hora de serlo tenemos que seguir unas pautas y normas muy estrictas para tener una competitividad sana, jamás negativa.
Elogia a tus competidores humildes
Aquí resalto bien a la palabra: “humildad“, pues a aquellos competidores que se ganan su pan y que son dignos de dicha categoría, no debes intentar destrozarlos, al contrario, a la vez que te tienes que sentir honrado y emocionado por conocer a esa persona, debes sentirte motivado por llegar a su nivel e incluso superarlo. Por supuesto, no tengas reparo en elogiar sus buenas cualidades.
Eso si, si hay un competidor capullo, tramposo… no lo elogies.
Ten una sana competitividad
Envidiar, putear, descalificar… nada de nada. Con los buenos competidores hay que estar a la altura. Ser humildes, motivarnos en superarles, ser totalmente creativos, jamás plagiar y en general todo aquello que te haga una persona humilde y honrada.
Nada de capulleo y de competitividad de perdedor, es decir, nada de mentiras, engaños, trampas, plagios y todo aquello que subcomunique que eres una mierda de persona que solo le importa ganar y que le da igual a quién joda por el camino.