REVISTA
¿Que es el Punk Marketing?
No es un nuevo concepto, se trata de tomar ideas ya existentes
y combinarlas con nuevas, es una revolución de las ideas enfocado a los
pequeños negocios. Es una
teoría bastante nueva pero que gana adeptos alrededor
del mundo rápidamente debido a su practicidad y aplicabilidad instantánea.
Richard Laermer y Mark Simmons nos ofrecen esta alternativa
bastante simple y entendible que promueve la participación activa, incluso
dentro de la misma creación del Punk Marketing. La mentalidad Punk viene de las
calles de Londres, nació oficialmente en los ochentas y su principio es no
aceptar lo que te dicen, siempre criticar y antagonizar lo que no creas
correcto.
Ahora vamos a lo bueno, aquí está el manifiesto del
Punk Marketing, los 15 puntos clave para el éxito.
1.- Evita el riesgo y muere
En una época como la nuestra, donde el cambio se da a
la orden del día, el riesgo más grande
es no arriesgar.
2.- Tu pregunta de día es “¿Por qué no?”
Nunca asumas algo, por más ínfimo que sea, si asumes algo
es una verdad a medias ya que los hábitos y gustos cambian.
3.- Mantén tu posición
Si decidiste que tu empresa
venderá pelotas, vende
pelotas. Tratar de abarcar todos los mercados posibles
no siempre es bueno, así no significarás nada para nadie y no fortalecerás tu
marca.
4.- El cliente no siempre tiene la razón
Sí, los
clientes son muy importantes. Sí, los clientes también se equivocan.
5.- Entrega el control
Ya no es la empresa ni el
equipo de Marketing quien controla a una marca, los clientes son los que
deciden el rumbo que tomaras. Aprende a guiarlos por un camino con distintas
estrategias como un adecuado servicio al cliente.
6.- Muéstrate
Busca tener una relación de confianza empresa-cliente,
así como la relación entre dos personas. Recuerda, tu marca es un organismo
vivo, no solo es una máquina de hacer dinero.
7.- Gana enemigos
Toda marca debe competir con alguien para generar expectativa;
busca enemigos, crea temas de conversación entre el público y verás cómo llegas
a la cima.
8.- Déjalos queriendo más
No muestres todo de golpe, siempre déjalos queriendo saber
más y más.Recuerda este refrán: “El maestro nunca enseña todo lo que sabe,
enseña todo lo que sus
alumnos saben.”
9.- Piensa en calidad, no cantidad
No estamos hablando de tu producto, estamos hablando de
tu competencia. Gánale a tu competencia con estrategias bien pensadas, no
busques algo a corto plazo.
10.- No dejes que la tecnología te seduzca
Las redes sociales y los últimos adelantos
tecnológicos no necesariamente son adecuados para tu empresa, aprende a
diferenciar qué te hará crecer y qué será un desperdicio de recursos.
11.- Conócete
Si no conoces tus fortalezas podrías aventurarte en un
territorio hostil sin opción de sobrevivir.
12.- Basta de la palabrería
Ve directo al punto, se claro y conciso.
13.- No dejes que otros decidan tus estándares
Siempre busca la excelencia porque, en estos tiempos, “bueno”
ya no significa nada y “mediocre” hace más daño que no
hacer nada.
14.- Usa las herramientas de la revolución
Escribe tu propio manifiesto, pon tus propias reglas y
siempre síguelas.
15.- ¿...?
Aquí entramos todos en el juego. Decide cuál es el
último punto, hazlo tuyo, vívelo, toma parte activa.
Nadie puede decirte cómo hacer las cosas bien además de
ti así que levántate de tu asiento y atrévete a desafiar todo. Cuéntanos en los
comentarios qué incluirías en tu manifiesto.
¿El dinero no da la felicidad? Un estudio lo desmiente
¿El dinero no da la felicidad? Un estudio lo desmiente
Bruno Frey ha presentado hoy su estudio
en la universidad inglesa de Warwick. En él, Frey identifica “felicidad”
con “satisfacción”. El análisis muestra que el crecimiento económico y
el bienestar proporcionan felicidad, basándose en comparaciones
internacionales: “Cuando comparamos países pobres con países en los que,
de media, la gente obtiene salarios altos, queda claro que en los
países más ricos, la gente es más feliz”, expuso Frey.
No tanto el dinero como el bienestar
Por supuesto, el dinero sigue sin serlo
todo en esta vida. “Hay muchos factores que determinan la felicidad”,
explica el experto. Además de una predisposición genética, la salud
tiene una importancia capital, seguida de factores sociales como la
familia y amigos. De hecho, en lo que al efecto del dinero en la
felicidad se refiere, el dinero en sí mismo no es un elemento tan
decisivo como lo es el bienestar.
Por ejemplo, una persona pobre sería
significativamente más feliz que una persona rica en el caso de que sus
sueldos se duplicaran. En otras palabras: quien tiene más no será más
feliz al recibir más.
Al contrario que en el caso de países
emergentes como China o India, el crecimiento económico dejó de ser un
objetivo central en sociedades acomodadas como Alemania. “Otros
objetivos han ganado en importancia”, dice el economista Gerd Wagner,
portavoz del Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW por sus
siglas en alemán), en Berlín: “Menos desempleo, una economía estatal
sostenible, un buen sistema sanitario, incluso democracia y libertad;
todos ellos son objetivos que, según nuestras investigaciones, se
consideran más valiosos que el crecimiento económico”.
Democracia + empleo = una sociedad feliz
Y es que los factores políticos también
influyen de forma decisiva en el grado de satisfacción de la gente. “La
gente que vive en democracia es más feliz que los que viven en
sociedades autoritarias o dictatoriales”, dice Bruno Frey.
Según él, además, la gente es más feliz
cuanto más concretas y notables sean las decisiones políticas,
preferentemente en ámbitos locales. En este sentido, Frey califica la
Unión Europea como “un gran déficit democrático”, añadiendo que debería
llevar a cabo referendos directos sobre las cuestiones realmente
importantes, lo que realmente preocupa a la gente.
Por ejemplo, los altos niveles de
desempleo. Al menos 20 millones de personas en la Unión Europea se
preguntan ahora mismo cómo conseguir un puesto de trabajo. Y el tema del
desempleo es especialmente dramático en el tema de la felicidad, según
Frey. El experto explica que, normalmente, la gente no permanece infeliz
durante mucho tiempo tras un accidente o una catástrofe. Pasado un
periodo de tiempo, la satisfacción social vuelve a los niveles
originales.
Pero lo mismo no sucede con el
desempleo. “Quien se encuentra desempleado se siente realmente mucho
peor que antes”, señala Frey. Las ayudas estatales no ayudan; solo un
nuevo puesto laboral puede devolver la felicidad a esa persona. O, al
menos, en el caso de los hombres. “Nuestro estudio muestra que, si no
consiguen un nuevo puesto, los hombres se mantienen en este estado de
infelicidad”, indica Frey. “Las mujeres, por el contrario, son más
adaptables; buscan nuevos cometidos en sus familias, y pronto se sienten
mejor.”
Deutsche Welle
Conozca la historia del hombre que creó el Índice Dow Jones
Conozca la historia del hombre que creó el Índice Dow Jones
Publicado el Lunes, 1 julio 2013 08:48 am en Destacados, Opinión
Aunque nunca fue director ejecutivo
construyó un imperio de la nada. Gracias al Índice que lleva su nombre,
Charles Dow se entrelaza para siempre con el universo financiero. Sin
embargo, la contribución de Dow va mucho más allá de su famoso promedio.
Estaba motivado por el deseo de abrir el mundo de las altas finanzas a
todo el público.
El sitio Investopedia.com
publicó un artículo donde repasa la vida de este icónico personaje del
mundo de las finanzas. Charles Henry Dow nació en una granja en
Connecticut el 6 de noviembre de 1851. A pesar de no tener ningún
entrenamiento formal, Dow dejó la granja para dedicarse al periodismo a
los 21 años.
Él desempeñó una serie de
trabajos como reportero para diferentes publicaciones y rápidamente
descubrió que tenía talento para las piezas históricas, así como también
un especial interés por el sector empresarial. Después de un tiempo,
los editores incursionaron a Dow en las finanzas y el joven reportero
comenzó a escribir artículos sobre diversas industrias.
En 1882, Charles Dow y un
compañero periodista, Edward Jones, decidieron comenzar su propia
compañía, Dow & Jones Company. Su primera publicación, era un
resumen de dos páginas sobre noticias financieras del día, incluyendo el
movimiento de ciertos precios de acciones, dispuestas en un formato
fácil de entender. Cuando muchos periodistas aceptaban sobornos para
darle vida a una acción en sus artículos, Dow en cambio, establecía un
análisis imparcial que consagró su reputación.
Él quería incluir en el
boletín, un promedio del mercado para dar a sus lectores una idea de si
el mercado estaba avanzando o retrocediendo, lo que proporcionaría
claridad y visión de conjunto, que de otro modo podrían perderse
fácilmente.
La popularidad que consiguió
ese boletín, llevó a que Dow y Jones iniciaran The Wall Street Journal,
un 8 de julio de 1889. Para el diario, eligieron utilizar el formato más
amplio de manera que pudieran transmitir la mayor cantidad de
información financiera posible.
Antes del Índice Dow Jones, no
existía una fuente consistente y fiable de información. Las empresas
podían ocultar sus verdaderos valores, sus pérdidas o ganancias
excesivas, por lo que era difícil para el hombre común incursionar en el
mercado.
Fue por esto que, The Wall
Street Journal se convirtió rápidamente en el periódico financiero más
leído en los EE.UU., y en el medio dominante para la gente que deseaba
saber la dirección del mercado.
Aunque Dow creía que la
revelación total de una empresa era clave para saber en qué compañía
invertir, empezó a notar patrones cambiantes en los promedios del
mercado. Éstos parecían sufrir varios tipos de tendencias medibles,
dando así a Dow la esperanza de que las normas fundamentales del mercado
podrían discernir a partir de estas tendencias.
Dow estudió estos promedios
cuidadosamente y formuló una teoría, que ahora se conoce como la Teoría
de Dow, la cual utiliza el promedio de las altas y bajas del mercado
para predecir los movimientos futuros.
The Wall Street Journal, ya
ampliamente distribuido antes de su muerte, continuó su expansión y
sigue siendo uno de los periódicos financieros más importantes del mundo
en la actualidad.
El Índice que ahora se da por
sentado, no hubiese sido posible sin Dow, que le permitió a la gente
común descubrir la actividad financiera que de no haber sido por él, se
hubiese mantenido como una actividad exclusiva para ricos y bien
conectados.
Charles Dow ha afectado los
fundamentos del mercado financiero moderno, y mientras que el Dow Jones
continúe vigente como el Índice más importante de un mercado cada vez
más global, la importancia de sus contribuciones crecerá en el tiempo.