La actitud durante los diez últimos minutos de la jornada laboral es muy importante para un trabajador. Si se dedican a mirar el reloj y contar los segundos que quedan para irse, o apurar las tareas hasta el último momento, lo más probables es que no se llegue nunca a ser un profesional de éxito.
“El final de la jornada laboral es muy
importante”, explica Michael Kerr, motivador y especialista en aplicar
el humor en el trabajo, en un artículo en la web de Foro Económico
Mundial. La forma en la que se afronta afecta a la actitud el resto del
día, al estado de ánimo, a la felicidad o a lo bien que se duerma.
Las personas que alcanzan el éxito
siguen una serie de rutinas en los últimos diez minutos de jornada que
les ayudan a convertirse en mejores profesionales. Diez tareas que
merece la pena aplicarse en uno mismo.
1. Listas de tareas
Hay que tener un ojo siempre puesto en
las tareas pendientes. El final del día es un buen momento para
comprobar el progreso que se ha realizado y si se han cumplido los
objetivos marcados, cuando aún se tienen frescos en la mente.
2. Organizar la mesa
La falta de organización dificulta el
trabajo. “Tener una mesa ordenada ayuda a pensar más claramente y a
establecer prioridades más efectivas”, apunta la experta Lynn Taylor.
3. Reflexión sobre la jornada
La gente exitosa trata de analizar todo
lo que ha pasado, lo que ha salido bien y lo que ha salido mal y por
qué, para tratar de aprender de las tareas realizadas.
4. Conversaciones urgentes
En los últimos minutos es cuando de
verdad se pone a la capacidad de gestión de tiempo: hay que decidir si,
entre los mensajes que queden por responder, si alguno debe ser
contestado con urgencia o si pueden esperar. Cuando se retrasen, es
recomendable tratar de fijar una fecha y una hora con el interlocutor.
5. Establecer objetivos
Siguiendo con las listas, las personas
de éxito establecen los principales objetivos para la siguiente jornada.
“Escribirlos ayuda a facilitar el trabajo al día siguiente”, asegura
Taylor. Además, ponerlos en un papel ayuda a sacarlos de la cabeza,
según Kerr, lo que permite concentrarse el resto del día en otra cosa.
6. Revisar la agenda
No hay peor manera de empezar el día que
con una reunión que no se recordaba a los cinco minutos de llegar. “Una
persona de éxito revisa su agenda y el plan para el día siguiente,
tratando de visualizar cómo se desarrollará el día”, dice Kerr.
7. Gracias
La gratitud y el reconocimiento al
esfuerzo y el trabajo bien hecho ayudan a crear un buen entorno.
“Agradecer a alguien al final de su jornada su trabajo es una forma
increíblemente eficaz de aumentar el nivel de felicidad”, explica Kerr.
8. Adiós
Despedirse con educación y amabilidad
requiere muy poco esfuerzo, y ayuda a recordar al equipo que se es un
ser humano”, asegura Taylor. Dar la mano al irse refuerza la sensación.
9. Acabar con una buena impresión
Irse a casa sonriendo supone un impulso
para el equipo, y da una imagen optimista y positiva, que ayuda a ir a
trabajar al día siguiente con buena actitud.
10. Irse
Las personas de éxito siempre tienen la
tentación de quedarse más tiempo en el trabajo. Pero siempre se van.
Porque el equilibrio entre la vida profesional y la personal es
importante, por lo que hay que abandonar la oficina a una hora decente.
“Permanecer en la oficina sin ninguna razón reduce la energía que se
puede necesitar al día siguiente”, advierte Taylor.
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