El cambio sucede cuando la conciencia y la comprensión de tus heridas emocionales empiezan a mostrarte la negación que vives actualmente respecto de tu existencia y el impacto que tiene sobre tu vida y tus relaciones. Es vital entender que esta situación puede crear disparadores emocionales que pueden dar lugar a conductas reactivas.
El paso a seguir consiste en examinar y adoptar nuevas perspectivas y expectativas. Esto pasa por tomar una absoluta responsabilidad de tus conductas reactivas y aceptar la verdad de cómo tu comportamiento está creando conflictos. A continuación, crea un plan de acción y haz un compromiso con ese cambio que te propones. Y No te preocupes ya que el proceso no es tan difícil como parece.
Si eres una persona que proyectas tu conducta reactiva hacia el exterior, el plan de acción debería incluir una observación interna que identifique la sensación física que desencadena esa conducta reactiva. La mayoría de la gente siente una bola de energía en la boca de su estómago que es más intensa cuanto más se acerca el momento de manifestarse esta conducta reactiva. Para las personas que experimentan internamente la conducta reactiva se suelen sentir invadidas por una ola de vacío y pesadez. Es como si la energía se escapase hacia el exterior de su cuerpo acompañada de un impulso a hundirse en lo más profundo.
Sin importar el tipo de reactividad que experimentes trata de reconocer los signos de advertencia de los problemas con tiempo suficiente para detener la reacción y los posibles conflictos posteriores. Cuando comiences a sentir las sensaciones de la reactividad, ten en cuenta que muy posiblemente tengas una perspectiva distorsionada o expectativas poco realistas y no estes distinguiendo entre el dolor del pasado y la realidad actual. Entiende simplemente que es el miedo derivado de la herida emocional que tienes y permítete pensar en nuevas perspectivas y expectativas sobre la situación.
Es importante, con tiempo suficiente, reconocer cuando se dispara esa sensación para insertar un espacio de seguridad entre las emociones y la capacidad de reacción. Es útil aprender a auto-calmarse antes de que las emociones llegen a su límite máximo. Algunas técnicas eficaces para poder llevar esto a cabo pueden ser: respiración profunda, meditación, relajación muscular progresiva, ejercicio, dar un paseo y tomarte un tiempo de espera para que desaparezca ese malestar.
¿Alguna vez has notado que cuando te tomas un tiempo de espera en un conflicto y diriges tu atención hacia otra parte, más tarde, el tema que fue el origen del conflicto ya no tiene el mismo poder o importancia? Esto es exactamente lo más importante de entender y para eso debes aprender a tranquilizarse cuando te enfrentas a estas sensaciones emocionales.
Sé que tú puedes conseguirlo. ¿Cómo gestionas tus disparadores emocionales antes de que se conviertan en conductas reactivas?
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